Category: Fútbol Argentino


Ataque ochentoso

La década del ochenta es conocida por los años de los equipos chicos, el Estudiantes de Bilardo, el Ferro de Griguol, Argentinos Juniors, Central y Newell´s que salió campeón en 1990.

Estos equipos se hicieron notar en estos años, Argentinos era conocido sólo por Maradona; Estudiantes había tenido su época dorada a fines de los ´60; Central y Newell´s siempre grandes en su ciudad y el humilde Ferro de Caballito que era conocido como club de barrio.

Fueron los años de Racing y San Lorenzo en la B, de Boca jugando con números hechos con marcadores y de un River de dos caras, anteúltimo en 1983 y campeón del mundo tres años después. Independiente se destacaba pero luego de 1985 entró en decadencia.

Los últimos tres párrafos hablan del 80, no de la actualidad, porque ahora hay que hablar de Vélez, de Argentinos, de Estudiantes, de Lanús, de Godoy Cruz y de Banfield.

Hay que hablar de un River en la B y de un Independiente, Racing, Boca y San Lorenzo complicados con los promedios y una crisis futbolística preocupante. Independiente fue campeón de la Sudamericana y último en el torneo, no parece ser la excepción de los grandes.

A esto se suma que Central, Huracán y Gimnasia de La Plata, tres equipos que mueven mucha gente también se los podrá ver este año por la pantalla de TYC Sports.

Se fueron las épocas de Bochini, Paz, Francescoli, Rojitas, Veira, Alonso, Brindisi, Silas, Bertoni y Colombatti, ahora son los años de jugadores toscos y no conocidos, humildes, provenientes de equipos extranjeros que a duras penas se conocen. Años de jugadores experimentados, del cuidar más el arco propio que pensar en el otro.

Vuelve la moda, los peinados, las bandas, las marcas y las comidas de los 80, ahora también volvieron a estar los chicos al poder.

La revancha al prueba y error

      La AFA se tomó un tiempo totalmente innecesario para confirmar a Sergio Batista como nuevo entrenador de la selección, algo que ya tenía decidido desde el momento en que se le ganó a España con un decoroso 4 a 1 y sin remediar en algunas falencias del DT.

     Según dijo Bilardo, no se habló con otro técnico por lo que sólo se tuvo en cuenta al ex entrenador de la sub 20 que tuvo como único mérito haber ganado el oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 con el sub 23 y no es poco aunque hay que tener en cuenta que Argentina y Brasil eran las únicas con mayoría de jugadores de la mayor.

       Pero hay que remontarse para atrás y encontrar que bajo su mandato el sub 20 no clasificó al mundial de 2009 de esta categoría, que había sido campeona en el de 2007 y jugaba el torneo de manera ininterrumpida desde 1995 habiendo ganado cinco títulos. Y hablar de no muy buenas campañas cuando le toco dirigir a Argentinos, Talleres, Nueva Chicago y armó la base de Godoy Cruz que luego terminaría ascendiendo con Carlos Oldrá como técnico.

        Pero nunca tuvo una prueba de fuego para ver si estaba capacitado para dirigir a la selección o no. No basta con un amistoso ante Irlanda que se jugó mal pero se ganó, otra victoria ante el campeón mundial España y una derrota ante Japón. El resumen que hizo Batista de los tres partidos fue «voy 2 a 1» como si un amistoso sólo sirviera para ganar o perder, no para ver jugadores o tratar de que el equipo mejor la imagen paupérrima que dejó en las últimas eliminatorias y en los partidos del mundial ante México y Alemania.

     Dice que pregona el fútbol de España pero sigue sin probar carrileros, otra vez Heinze por izquierda y una vez con Zanetti con derecha, que es muy difícil que llegue a Brasil 2014. Pone tres hombres de marca para acompañar a Messi en el medio y arriba dos delanteros aislados. Del dicho al hecho hay un gran trecho.

      La AFA le da revancha al prueba y error, como lo hizo con Maradona, probó y salió mal, con Batista va a probar, esperando a que esta vez no salga mal.

Un fútbol agresivo

        El fútbol puede ser agresivo de distintas maneras: por un lado en cuanto al ataque, ir constantemente en busca del otro arco y atacar a tu rival de esa manera; pero hay veces que el fútbol se vuelve agresivo propiamente dicho, que es cuando abundan patadas fuertes, actos violentos, juego sucio y todas esas cosas que forman un cóctel no muy conveniente para el espectáculo.

     Curbelo no puede dar esa patada a Lamela, Beligoy no puede no expulsar al defensor, los jugadores de River no pueden hacerle la cruz al agresor, Cappa no puede raccionar así, la AFA no puede dejar impunne a Curbelo ni a Beligoy y Verón no debe decir que Lamela es una nena por mostrar una herida cuando él mismo sufrió patadas criminales también. Todo esto forma un círculo vicioso y la chiva sigue sin salir.

        Pablo Morant, técnico interino de Gimnasia, que sale a criticar un cambio de un técnico rival y a la fecha siguiente le echa la culpa a un dirigido suyo. Los jugadores de Racing que fueron insultados desde todos los rincones de la cancha por haber perdido el clásico contra Independiente a pesar de que el arquero rival había sido la figura del partido.

         La pelota rueda y rueda como una piedra, y cada vez más fuerte, cada vez tiene más potencia y choca contra el fútbol y el fútbol se hunde ante cada impacto. Un deporte demasiado resultadista que está sufriendo más que nunca un deterioro, permanente y cada vez más acentado, que viene desde hace varios ya.

Un parque automotor

      Luego de que Ramón dijera que San Lorenzo es un «Falcon» se puso de moda que cada jugador describiera a su conjunto como un modelo de auto. Entonces, humildad aparte cada uno dijo lo suyo.

      Verón, por ejemplo, que Estudiantes es un «Rastrojero». Y así varios fueron comparando a sus equipos con autos viejos que si no se los mantiene bien apenas pueden recorrer 100 km.

      Pero, de otro lado están esos BMW, Mercedes Benz que serían River, Boca, Vélez y Godoy Cruz. Los dos primeros por lo que gastaron en las incorporaciones y los otros dos por lo bien que juegan. Pero los cuatro comparten una idea de fútbol, más que nada no son los equipos sino sus entrenadores lo que prefieren la pelota por el piso y no abusar de pelotazos y centros.

        Y en una calle angosta, como este torneo argentino, se pusieron esos coches viejos adelante tapando a esos autos importados. Y colapsó el tránsito, porque esas «cafeteras viejas» van a paso muy lento y son causantes de que este torneo argentino sea tan malo.

       El fútbol nacional va a volver a tener un juego vistoso cuando los equipos no piensen en sumar como sea sino en que lo importante de este juego es ganar, pero no especulando, porque sino puede pasar lo que a Banfield: River le empató faltando dos minutos, Arsenal le ganó a los 45 y el equipo colombiano Deportes Tolima lo dejó afuera de la copa ganándole 3 a 0 en la vuelta cuando la ida había sido 2 a 0 para los del sur del Gran Buenos Aires.

        Autos viejos, nuevos, importados, todos van transitando este campeonato argentino que cada año parece peor y que tiene cada vez menos esos equipos capaces de jugar bien tanto de local como de visitante. Todos los años se escucha la misma frase «el peor campeonato en años».

30 segundos de fama

       Un gol a Racing, otro ante Boca y asistencia en ese partido, Sebastián Balsas, el uruguayo gigante de San Lorenzo, pintaba como el gran acierto de Ramón Díaz. Fue la gran apuesta del equipo de Boedo y parecía que todo salía perfecto.

       Pero la burbuja se pinchó, luego de partidos de bajo rendimiento y sin goles, el entrenador podría incluir ante Lanús entre los titulares a Fabián Bordagaray en lugar del uruguayo. Ramón imploró para que lo trajeran desde Nacional de Uruguay y finalmente lo consiguió. Lo fue llevando de a poco y lo puso de entrada ante Racing, Balsas le respondió con un gol y fue a abrazar al técnico en agradecimiento.

       Encima a la otra fecha le hizo un gol a Boca y puso el pase del segundo y ya todo parecía indicar que habría una historia de amor entre el gigante y los hinchas de San Lorenzo. Pero ahora la realidad es otra, Balsas tuvo sus 30 segundos de fama, cual programa de Tinelli, y ahora tendrá que empezar de cero y tratar de ganarse un lugar entre los titulares. Cualquier parecido con el uruguayo ex Newell´s Joaquín Boghossian, goleador del Apertura 2009, hoy en el Red Bull Salzsburg de Austria, es pura coincidencia.

Un puntero fácil

      Estudiantes quedó como único puntero del Apertura luego de vencer a San Lorenzo, y la caída de Vélez le permitió sacar cinco puntos de diferencia a sus seguidores más próximos.

      En un torneo que se juega mal y la diferencia la hacen los que consiguen ganar de alguna manera no es llamativo que los de La Plata sean punteros. Sólo contra Quilmes, y hasta ahí, los dirigidos por Alejandro Sabella fueron superiores ampliamente. En los enfrentamientos contra Racing, San Lorenzo, Gimnasia de La Plata y Boca le basto con muy poco porque sus contrincantes no estuvieron a la altura de las circunstancias.

      En la victoria ante Newell´s pateó una vez al arco y fue por un penal que le regaló el defensor del equipo rosarino. Frente a Godoy Cruz fue algo parecido: consiguió el empate a través de una pelota parada que terminó siendo gol en contra y en el último minuto se encontró con una jugada aislada, lo único que había hecho para llevarse el partido había sido un tiro de Verón que se estrelló en el travesaño. En el 0 a 0 ante Banfield directamente no pateó al arco.

       Pero no siempre se puede defender y cuando le toca atacar no le salen bien las cosas: perdió sopresivamente la Recopa ante la Liga de Quito como local y habiendo perdido por tan sólo un gol en Ecuador. Lo mismo le pasó ante Newell´s por la Copa Sudamericana y ante All Boys en el campeonato.

      Hay una balanza y por ahora se inclina más para el lado de que el sistema volcado a la defensiva, Estudiantes no juega bien, es puntero porque no le hacen goles y todavía no se enfrentó contra ningún equipo que realmente pueda quebrar toda los jugadores que marcan con buen fútbol.

Entrenadores sin futuro asegurado

     Los técnicos en Argentina tienen la costumbre de que al tercer partido que no se gana peligra su puesto o renuncian y se arma una calesita sin fin en el que uno entra y deriva en cualquier equipo.

     En los últimos años muy pocos equipos pudieron mantener al mismo entrenador por dos torneos seguidos como Banfield, Vélez, Newell´s, Colón, Estudiantes y Lanús. No es casualidad que estos seis clubes hayan peleado o salido campeones en los últimos torneos. El resto de los conjuntos realizó malas campañas o son recién ascendidos y vienen con buenos resultados desde el ascenso como All Boys y Olimpo.

       Pero la solidez que tienen algunos de los entrenadores en sus cargos tambaleó en algunos casos: el subcampeonato en el Apertura 2009 de Roberto Sensini en Ñewell´s y el sexto puesto del Clausura 2010 no le alcanza a la gente que protestaba por su continuidad hasta dos fechas atrás; Antonio Mohamed en Colón  que no le encuentra la vuelta a un equipo que no le fue tan bien el torneo pasado pero que anteriormente estuvo entre los siete primeros. Y sorpresivamente el otro técnico que, todavía no está en la cuerda floja, pero que no la está pasando bien es Luis Zubeldía en Lanús que no alcanza con haber puesto al equipo en lo más alto de la tabla de los promedios, porque el presente indica que no está jugando la Copa Sudamericana y que sacó sólo 9 de 18 puntos en este torneo.

      Firmes en sus puestos están Julio Falcioni en Banfield, Alejandro Sabella en Estudiantes y Ricardo Gareca en Vélez. Pero, sólo por ahora, porque ya no se sabe cuando las cosas se pueden dar vuelta.

      Hay técnicos que llegaron a comienzos de este torneo y ya se pone en duda su continuidad, es más, son estos entrenadores los que más están siendo acusados por los hinchas y el periodismo: Claudio Borghi en Boca, Daniel Garnero en Independiente, Pedro Troglio en Argentinos y Hugo Tocalli en Quilmes.

     En Argentina cada vez se hace más difícil tener un puesto estable como entrenador, son muy pocos los afortunados que consiguen ese privilegio, trabajar a largo plazo y no en tiempos cortos con resultados inmediatos.